Jesús entró en el templo y comenzó a echar de allí a los que compraban y vendían. Volcó las mesas de los que cambiaban dinero y los puestos de los que vendían palomas, y no permitía que nadie atravesara el templo llevando mercancías.Esto nos revela que no estamos frente a un tumor benigno el cual podamos extirpar para sanar, sino que el mal se ha extendido a todos los espacios y a todo nivel, a nuestro alrededor y acaso dentro nuestro. Lógicamente terminamos siendo gobernados por quienes buscan su propio beneficio, quienes no dudan en sacrificar a sus dominados hasta donde estos pueden aguantar, valiéndose de normas y leyes para conseguir y justificar sus actos.Han pasado ya unos dos mil años, pero parece que las cosas no han cambiado mucho. Por lo menos en el modelo de sociedad que yo conozco, donde siguen dándose unos grupos que controlan las diferentes manifestaciones del poder, (político, económico, social y cultural) y actúan guiados sólo por el beneficio propio, especialmente por el beneficio económico. El dinero ha sido alzado a la categoría de dios terrenal y convertido en motor único de sus movimientos, por y mediante el cual se compran y venden voluntades, sin límite ni freno alguno.
Jesus no se quedó callado, lo que hizo fue denunciar la ética de la banda de ladrones, y le contrapuso la ética del bien común del Reino de Dios, en el que el bienestar de todos y todas es lo escencial.La sociedad que no introduce una ética del bien común cae necesariamente en una ética cuyo paradigma es la ética de la banda de ladrones; esa sociedad no deja de tener ética sino que su ética llega a ser la de la banda de ladrones.
Una inciativa de lo más innovadora, la cual saludo.
Fito Páez - Si es Amor (Lima, 10 Octubre 2008)
McCain a demostrado ser más de lo mismo, al igual que Sarah Palin, quien en un discurso en junio pasado ante estudiantes del ministerio evangélico en su ex iglesia, al referirse a las tropas en Irak manifestó lo siguiente: "Nuestros líderes nacionales los están enviando para realizar una tarea que viene de Dios" "Tenemos que asegurarnos de que estamos orando por eso, que hay un plan y ese plan es el plan de Dios".Para vergüenza nuestra, el "hermano" George W. Bush, miembro de la iglesia evangélica Metodita y presidente del país más poderoso del mundo, sigue extraviado en sus delirios, y no hay cuando ponga fin a la cruenta guerra en Irak y al mal manejo de la economía de EE.UU., últimamente manifiesta en la crisis financiera hipotecaria, que remeció las Bolsas a nivel mundial."
