Definitivamente escudriñar las escrituras nos libera de equivocadas "reglas o tradiciones humanas".
El libro El Cantar de los Cantares muestra con naturalidad, el erotismo manifiesto de sus protagonistas. Este hermoso poema bíblico respalda el ejercicio libre y responsable del erotismo.
Ahora bien, hay muchos espacios cristianos donde se considera al erotismo como sucio y pecaminoso, esto no es bíblico. Ya vimos como Jesús condena precisamente aquellas "reglas y tradiciones humanas" (Marcos 7)[a], porque anulan la palabra de Dios, en este caso desechan El Cantar de los Cantares.
No perdamos el camino, el camino (a Dios = verdad) es el modo de amar de Jesús.[b]
Si amamos de ese modo, veremos al erotismo como lo que es, algo natural, una creación de Dios. Ya no lo veremos como algo sucio y pecaminoso, ni lo mutilaremos de nuestro ser. Recuerda que todo lo que destruye o perjudica, aquello que nos convierte en seres débiles y miserables, es una manifestación del pecado.[c]
BenJamin
---------------------
a y c. Leer el post: La Verdad del Pecado
b. Leer el post: La Verdad que nos Hace Libres
También recomiendo leer en la web:
http://marcialfonseca.com/index.php/1999/08/27/p52
Video y Letra: 3 For Him y Kike Pavón – Brillaré
-
Video: 3 For Him y Kike Pavón – Brillaré Letra: 3 For Him y Kike Pavón –
Brillaré En medio […]
The post Video y Letra: 3 For Him y Kike Pavón - Brillaré ...
Hace 9 años
2 comentarios:
Ben Jamin,
Sería interesante que elabores más tu post. El erotismo no tiene nada de malo, por supuesto. Tampoco el deseo sexual, sin duda. Sin embargo, habría que precisar que, de acuerdo con las escrituras, ambos están destinados a ser disfrutados dentro de la unión de pareja. Es en ese contexto en el que están los versos, asumo, a los que te refieres en los Cantares.
Carlos
Sin duda acuerdo con que El cantar de los cantares es muy erótico. Y quien escribió ese libro, (que conforma el Libro mayor o Biblia), fue Salomón que tuvo 300 esposas y 700 concubinas. Como verás Carlos, no se hizo en el contexto de una pareja. Guillermina
Publicar un comentario