Angie Jibaja, Melissa Patino y Carmen Azparrent

La actitud paranoica desplegada recientemente por las autoridades peruanas por mantener el "control" en nuestro país, lamentablemente nos perjudica en vez de beneficiarnos. Desde un punto de vista bíblico-cristiano, todo aquello que pretenda convertirnos en seres débiles, sumisos y miserables, es pecado [1]. En el otro extremo esta el modo de amar de Jesús [2], que fortalece, libera y trae felicidad, esto si conduce hacia una verdadera paz y vida en abundancia.

Frente a estos acontecimientos muchas personas han asumido este modo de amar del Maestro, entre ellas tenemos a dos reconocidas periodistas y una institución cristiana evangélica, que valientemente salen en defensa de Angie Jibaja, Melissa Patiño y Carmen Azparrent, veamos:

Angie Jibaja - Maritza Espinoza

Me gustaría poder asegurar, como han hecho otros menos benévolos y, probablemente, más objetivos, que Angie Jibaja se la buscó, que solita labró su desgracia al creer que el papel de chica maldita podía extenderse más allá de las pasarelas, que su caso es aleccionador para aquellas figuras que se creen intocables por las reglas que rigen la vida de los seres comunes.

Pero no. Algo me dice que en la desesperación de esa muchacha que se quejaba del frío de la carceleta y berreaba como un bebé desamparado, alguna responsabilidad tenemos los medios de comunicación, que hemos construido esa imagen prefabricada que, al final, terminó devorándola con tatuajes y todo.

Sí, claro, Angie es mayor de edad y nadie la empujó a hacer lo que hizo. Ni el delito por el que está pagando -lastimar a otra persona-, ni las faltas leves que tanto celebramos en su momento -aparecer borracha sobre un escenario, insultar a medio mundo, orinar en la vía pública-, pero hay personalidades más frágiles que otras, que aguantan mal el asedio inclemente de la popularidad. Angie es una de ellas. Tal vez por eso justamente nos conmueve más que otros faranduleros que han probado la dureza de las rejas y que, al dejar la cárcel, han seguido aprovechando los titulares y el marketeo fácil como si nada.

Aunque nos hemos acostumbrado a verla sólo como una profesional del escándalo, la joven modelo tiene talento -lo ha probado en un par de actuaciones- y ojala este episodio en su vida no termine de enterrar eso de bueno que todavía le quedaba.

Fuente: Suplemento Fama de La Republica (26/04/2008)

Post Relacionado: Angie Jibaja en Fuego Cruzado (Video) (jul. 2008)

Melissa Patiño - Rosa María Palacios



1. Ustedes no han leído el auto apertorio de instrucción. Yo si. Y ahi no hay nada que sirva para acusar de colaboración con el terrorismo en agravio del Perú, Ecuador y Colombia.


2. Melissa, hasta donde puede probarse, no es militante de ningún partido. Si lo fuera, hay que aclarar que ser miembro del Partido Comunista no es delito. Personalmente puedo considerarlo anacrónico, estúpido, o hasta peligroso. Pero no es delito. El Movimiento Nueva Izquiera participa en elecciones y tiene inscripción en el JNE. Mientras esto no sea delito, no puede denunciarse a nadie por ser militante de este u otros partidos similares.

3. La detención en “prevención de que luego te conviertas en delincuente” no existe en ninguna sociedad democrática. Es tan inmoral como la guerra preventiva.

4. La Policía tiene la obligación de prevenir el delito. Esta responsabilidad incluye los seguimientos y producción de inteligencia (información) sobre actividades presuntamente delictivas. Entre estas no pueden incluirse las actividades políticas salvo que vivamos en una dictadura a la cubana o en el fascismo mas espantoso. Delito y opción política no es lo mismo. Si lo fuera muchos de nuestros políticos tendrían que someterse a vigilancia policial y eso es inconstitucional. Sin embargo, si esas actividades políticas incluyen la planificación de atentados contra la propiedad privada o pública, por cierto que debe seguirse a sus propiciadores y detenerlos antes de que cometan cualquier fechoría. Esos planes no existen en el caso de Melissa y los demás detenidos.

5. La democracia tiene mecanismos legales para defenderse. No se requiere de autoritarismo, ni de chivos expiatorios mediáticos para lograr el objetivo de dar tranquilidad a la población. Todos tememos que el terrorismo regrese porque ya lo vivimos pero también deberíamos haber aprendido las lecciones que dejó. No hay peor remedio para vencer la violencia que la violencia de un inocente preso.

Saludos,

Rosa María Palacios

Fuente: El Utero de Marita

Carmen Azparrent - Paz y Esperanza

La Asociación Paz y Esperanza, institución cristiana evangélica dedicada a la defensa y promoción de la dignidad humana, frente a la injusta detención de Carmen Mercedes Azparrent Rivero, ciudadana e integrante activa de la Iglesia Metodista de Huancayo se dirige a las autoridades, comunidad evangélica y opinión pública en general para expresar lo siguiente:

Nuestra preocupación y malestar por el clima de autoritarismo e intolerancia que se agudiza en nuestro país, lo cual viene provocando la comisión de actos que afectan la vida y libertad de muchas personas, como en el caso de Carmen Azparrent, detenida el 29 de febrero pasado, extraña e injustificadamente acusada de complicidad con el terrorismo.

Carmen Azparrent es una ciudadana evangélica reconocida por nuestra institución y la iglesia a la que pertenece, y que por sus convicciones de fe así como por tratarse ella misma de una víctima del terrorismo de Sendero Luminoso, que segó la vida de su padre, rechaza la violencia cualquiera sea la excusa que pretenda justificarla.

Carmen Azparrent es asimismo, una ciudadana que por su fidelidad a la fe evangélica participa activa y públicamente en esfuerzos solidarios con diversos sectores sociales desfavorecidos del país, sin aceptar el chantaje de quienes en el Perú de hoy amenazan a inconformes y disidentes con etiquetarlos de terroristas, y perseguirlos consecuentemente.

La detención de Carmen Azparrent constituye un atropello a los derechos fundamentales de las personas reconocidos en el país y universalmente, y nos devuelve a etapas en la vida de nuestro país que creímos superadas.

Por lo señalado, hacemos un llamado a las autoridades del país para que actúen con celeridad, corrigiendo los despropósitos que provocan injusticias como la perpetrada contra Carmen Azparrent, y otros ciudadanos y ciudadanas cuyo “delito” no ha sido más que ejercer libremente sus derechos.

Alertamos a la opinión pública en general para que aprendiendo de los errores del pasado, no permita bajo ningún pretexto la afectación de los derechos de las personas. Una sociedad justa y con paz, se construye desde la solidaridad, en especial con aquellos cuya dignidad es vulnerada.

Paz y Esperanza

Fuente: agenciaorbita.com

BenJamin
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[1] La Verdad del Pecado
[2] La Verdad que nos Hace Libres